¿Por qué han fracasado grandes proyectos políticos en diversas épocas de la historia y en diversos lugares del mundo? Quizás una de las grandes causas sea por falta de “madurez política”. Puede haber grandes personalidades políticas que sean hábiles en mandar, delegar y dirigir su territorio, pero a la hora de tener que tratar con personas que no les den la razón, empieza el conflicto, el enfrentamiento y seguramente, el fracaso.
Aquí es donde entra a jugar un papel muy importante la “madurez política”. Pero ¿qué significa esto? Analizando el tema, la madurez política tiene una relación directa con la personalidad de los dirigentes: necesariamente tienen que saber escuchar, saber analizar lo que les están diciendo, pensar que a lo mejor otras personas pueden también tener la razón; reconocerlo, ceder, tener humildad, tener la osadía de cambiar su propia opinión y efectivamente dar su brazo a torcer.
La madurez política hubiese salvado muchas situaciones, pero claro…, los políticos deberían ser los primeros en pensar en el pueblo antes de pensar en sí mismos. Sin embargo, ¡es una pena que la mayoría de las veces prevalecen sus ideas personales antes que la voluntad de los demás!
Martha Edel
Regidora Partido Popular